MENSAJE CLARO
COMO DIRECTOR TECNICO, SOY UN INCOMPRENDIDO…
Diálogo entre un periodista y un director técnico de un equipo de fútbol de primera división, al que acaban de despedir luego de 7 partidos perdidos, en igual número de presentaciones:
- No es ningún secreto que tus ex dirigidos no entendieron el mensaje, no comprendieron nada de lo que les explicabas.
- No sé el por qué de esa falta de comprensión, no quiero acusar a nadie después de irme, pero ellos son profesionales y deberían estar preparados para adaptarse a distintos esquemas de juego. Pero parece que “no estaban preparados” para un director técnico innovador.
- Nadie sabe qué les pedías, desde afuera sólo se veía a un grupo de jugadores desconcertados. ¿Podrías explicarnos cuál era el esquema de juego?
- Sí, por supuesto, vamos desde atrás hacia adelante: El arquero, es fundamental que se quede debajo de los tres palos, salvo cuando pica por sorpresa al vacío, cuando sale a cortar detrás de cualquiera de los cuatro defensores, va a patear los corner ó entra a cabecear. Los laterales: es fundamental que cuiden su quintita, bien plantados sobre sus costados, pero proyectándose constantemente en diagonal, que será de derecha a izquierda hasta la línea imaginaria que divide el campo de juego en dos en sentido vertical, luego de lo cual la diagonal pasará a ser de centro a izquierda y viceversa cuando ataca el otro marcador lateral, para mandar los centros antes de llegar al banderín del corner. Pero siempre atacarán en forma simultanea, cruzando con los doble 5, los cuales acompañarán, uno a cada uno a los laterales hasta el banderín del corner de nuestros ocasionales rivales, talando a los rivales que se le crucen por el camino. Los marcadores centrales, bien parados en el fondo, firmes en la defensa, sacando de cabeza y asistiendo a sus compañeros con verdadera solidaridad, tanto en la creación del juego, entrando a cabecear los centros del arquero, llegando al área rival tirando paredes entre ellos, distribuyendo las botellitas de agua o regando a los rivales y al árbitro para expulsar el agua que ellos mismos bebieron. Dos volantes centrales -el clásico doble 5, de reciente invención-, generando juego y proyectándose por sorpresa, desde la medialuna de nuestro arco hacia delante, en un corredor de diez metros -salvo cuando acompañan a los laterales-, allí se frenan y cuidan toda la línea horizontal imaginaria, de punta a punta, para que no pasen los rivales y si pasan, estrolar al juez –siempre en forma casual- para que no pueda cobrar nada en contra. Dos volantes laterales: el ocho de amplio despliegue, con generosa asistencia a sus compañeros, en especial acompañando a los defensores laterales en sus piques en diagonal, junto con los doble 5, haciendo de puente humano entre ellos, lo quiero en un ida y vuelta constante, de área a área sin parar, ni siquiera en el entretiempo, por las dudas. El 10, en mis teams es el fútbol mismo que yo entiendo, si se quiere el “cafisho” del equipo, por eso debe correr a todos los rivales, morder en toda la cancha, faulear a quien fuera necesario, marcar a quienes se le destinen hasta adentro del vestuario rival, sacar los laterales, entrarlos, patear los tiros libres, saltar a cabecear, hacer la comida, preparar el refrigerio, servir los daikiry con los cuales olvidamos las penas después de cada partido y de cada entrenamiento y limpiar la concentración… y si le queda tiempo, cortar el césped de la cancha y sacar a pasear al Bobby. Eso si, soy ofensivo y pretendo jugar con tres delanteros…
- Esperá, 4 defensores, 4 mediocampistas, 3 delanteros y el arquero, suman 12 jugadores.
- ¿Ahora sos botón, policía, alcahuete de los árbitros y rivales?. Ja ja, desdramaticemos el fútbol, te estoy haciendo una broma. Vos no sos el alcahuete del árbitro, son los rivales y los jueces de línea, los que siempre nos denuncian y me sacan al que sobra. Entonces me dejan con un solo delantero de punta. Este jugador debe ser ciento por ciento ofensivo hacia los rivales, debe recordarles constantemente a sus madres, abuelas, hermanas, tías y hasta a las loras. Ya puesto a jugar, debe cubrirle la espalda a nuestro arquero cuando se adelanta en el campo de juego y cuando éste pierde la pelota, volver rapidamente -lo va a hacer más rápido que el arquero porque es más chiquito, liviano y por sobre todo al cuidar sus espaldas, está más cerca de nuestro arco-, para evitar que nos hagan goles, por lo menos muchos. Como desde el principio de los tiempos, el número 9 es el referente de área y yo en ese sentido, soy clásico. Por eso, lo quiero muuuy y superlativamente clásico. Bien osco y con poca y nada de técnica, típico quebracho, al que para levantarle la autoestima, en el vestuario en lugar de linimento le pasamos Blem. El debe ser el referente de ambas áreas, en especial de la nuestra, ya que como es el que mejor cabecea –o por lo menos es el más alto-, debe cuidar nuestro arco. Pero eso no lo exime de responsabilidades en el ataque, ya que le pido que sea el creador de todas las jugadas ofensivas y defensivas también. Y Para hacer los cambios, guardo la sorpresa hasta último momento. Los reemplazos saltan al campo de juego sin entrar en calor.
- ¿Será por eso que siempre se desgarran?
- Es por mala suerte. Está bien que tuve problemas con mi cuerpo técnico, al que banqué hasta morir.
- En relación al tema, se los vio físicamente mal, algunos después de los 10 minutos no corrían más.
- Bueno si, pero hay que tener en cuenta de que el promedio de edad de éste plantel es de 42 años, fuman hasta en las duchas y los más jóvenes se resisten.
- Querrás decir que son resistidos…
- No, se resisten a venir al Club, no pasan ni por la puerta. Pero te decía que tuve problemas con mis ayudantes. El preparador físico hace un tiempo que está en un instituto de rehabilitación, le tomaba el alcohol y el linimento al médico, hasta que me di cuenta, fui a tomar, digo a buscar y no había más.
- ¿Y el médico no le decía nada?
- No porque no se daba cuenta, ya que está preso desde hace un tiempo por hacer abortos ilegales dentro del vestuario, incluso durante los partidos. Menos mal que no nos delató… Digo asumió sólo las culpas. Pero volviendo al tema, lamento de que no me hayan podido entender, en esta mi primera experiencia al frente de un club. Pero me llevo un récord del Guiness, que no es poco. Siete partidos jugados, siete perdidos, 0 goles a favor y 108 en contra. Este récord, no me lo saca nadie…
WALTER ARIEL DORIA